La diabetes mellitus del adulto en México y muchos países, es un grave problema de salud pública. Se estima que existen alrededor del mundo 140 millones de personas con diabetes mellitus. La mitad de los casos de diabetes tipo 2 son asintomáticos, por lo que la detección oportuna es importante. México en 1995 ocupaba el noveno lugar dentro de los diez países con mayor número de personas con diabetes; para el año 2025 se calcula que alcance los 11.7 millones y ocupe la séptima posición. Este aumento de la diabetes es por el incremento de la sobrevida con una población añosa, el sedentarismo y los hábitos dietéticos que fomentan la obesidad. A mayor edad, mayor prevalencia. La diabetes es la primer causa de muerte de nuestro país.
Según la Organización mundial de la salud; es la infección, ulceración y/o destrucción de tejidos profundos asociados con alteraciones neurológicas y diversos grados de enfermedad vascular periférica de las extremidades inferiores.
Es así como la diabetes puede causar problemas en sus pies; incluso una pequeña cortada puede tener consecuencias serias. La diabetes puede causar daños en los nervios, lo cual reduce la sensibilidad en los pies. La diabetes también puede reducir el flujo de sangre a los pies, de modo que una herida demore más tiempo en sanar o sea incapaz de resistir una infección. Por estos problemas, es posible que los pacientes con diabetes no perciban una piedra en su zapato, originando una ampolla, una ulceración y finalmente una infección crónica que ocasione la perdida de los pies o incluso de la extremidad.
El pie diabético, causa el 20 a 30 % de los internamientos hospitalarios, incrementa las defunciones, la necesidad de intervenciones quirúrgicas y los costos . Se estima que un 15-25 % de los pacientes con diabetes mellitus desarrollan una ulceración en algún momento de su vida, de estos el 50% tendrá un riesgo de infección que amenace la perdida de la extremidad y un 20% terminara en amputación. Alrededor de los 60 años la frecuencia de lesión y amputación es mayor. La atención integral de los pacientes y su vigilancia en los módulos del pie en riesgo y con lesión, permite detectar oportunamente las lesiones, disminuyendo la gravedad de las mismas y la necesidad de amputación tratando de salvar los pies del paciente, pero cuando ésta es inevitable realizarla con menos radicalidad.
La Clínica del pie diabético es un sistema de atención diseñado para los pacientes diabéticos propensos a desarrollar lesiones del pie que pueden culminar desastrosamente en amputaciones y la muerte del paciente. El enfoque es en la prevención temprana al modificar los factores de alto riesgo ya conocidos que causan infección, úlcera e isquemia (falta de circulación). Se educa y atiende al paciente y sus familiares con un programa integral con un equipo en el que intervienen enfermeras, nutricionistas, médicos, técnicos podólogos, psicólogos y trabajo social. Una clínica del pie diabético ideal se compone de dos módulos:
Módulo 1. Llamado Módulo de pie de riesgo. Es un módulo de atención a pacientes diabéticos con alto riesgo de desarrollar lesiones. El enfoque es la prevención.
Módulo 2. El segundo módulo atiende pacientes con lesiónlimita el daño de la misma con un enfoque conservador que se esfuerza en preservar la extremidad y su función. Resuelto el problema cuando los resultados son satisfactorios el paciente es atendido en el módulo 1 para prevenir recurrencias o una nueva lesión en la misma extremidad o en la contralateral.
Es una cirugia para restablecer la circulación arterial al pie afectado, hay dos tipos de revascularizacion mas común.
Bypass o puente arterial:Es una cirugía que dura entre 5 y 8 horas, en la que se realiza un puente de vena del mismo paciente para saltar la obstrucción del flujo de la sangre arterial que impide la circulación hacia el pie.
Cirugía Endovascular: Es un procedimiento quirúrgico menos invasivo, que consiste en realizar una punción a nivel de la ingle para insertar catéteres con balones largos especiales que permiten dilatar las obstrucciones de la circulación arterial. A diferencia del primer procedimiento la dilatación con balones puede repetirse e incluso si es necesario realizar en un segundo tiempo la cirugía mayor de revascularización distal. Al reestablecer el flujo sanguíneo con cualquiera de los dos procedimientos la cicatrización de las ulceras y heridas puede lograrse con mayor facilidad.
La clínica de heridas se encarga de evaluar y tratar las heridas que llevan mas de 2 semanas de su inicio o que llevan más de 6 semanas sin sanar por completo. Hay varios tipos de heridas crónicas de las cuales las más comunes son: ulceras por presión, heridas quirúrgicas, por radiación, ulceras venosas y pie diabético.
Algunos de los factores que impiden que una herida sane o cicatrice son: Diabetes, pobre circulación, Daño en los nervios, inmovilización o inactividad, disminución en defensas o sistema inmune desnutrición o mal nutricionalmente, uso excesivo de alcohol, tabaquismo.